Los beneficios para la salud que supone esta dieta son más significativos cuando se combinan con el ejercicio físico. Opciones como caminar a paso ligero, correr. la natación o el ciclismo resultan aconsejables, pero también se puede recurrir a cualquier otro deporte o actividad que ayude ala quema de calorías y grasas, así como a un mantenimiento físico óptimo. La práctica habitual de ejercicio físico también ofrece protección contra enfermedades crónicas como la diabetes. El seguimiento de la dieta mediterránea, además de ayudar a controlar el peso e incrementar la sensación de bienestar físico, mejora del funcionamiento de diversos órganos.