jueves, 13 de octubre de 2016

Ducha de agua fría después de hacer ejercicio


Nos malacostumbramos a largas y calientes duchas tras el ejercicio físico, con el fin de relajarnos. Una ducha de agua caliente hace que los músculos vuelvan a la calma, además de bajar la tensión. Sin embargo, lo conveniente es asearnos con agua fría, provocando que nuestro organismo active las defensas, las venas se contraigan (reactivando la circulación), tonifiquemos músculos y se revitalice la mente.