sábado, 29 de octubre de 2016

Estancados en la rutina física, estancados en la báscula.


Suponemos que el ejercicio físico siempre va a hacer que adelgacemos, sin embargo, cuando nuestro cuerpo se adapta a una rutina de entrenamiento, éste responde ralentizando el metabolismo. Por consecuencia, va a dejar de perder peso, ya que solo fue medida a un refuerzo al que nuestro cuerpo no estaba acostumbrado. El organismo tiende a comer todas las calorías que gasta, y si además es capaz de realizar el mismo esfuerzo físico con menos demanda energética, causará un estancamiento. Para combatir este hecho es necesario ir variando tanto la duración, como la intensidad del ejercicio que realicemos cada cierto tiempo.