sábado, 7 de enero de 2017

Prohibición del dopaje en los deportes

La utilización de las sustancias o métodos prohibidos en el deporte para el incremento del rendimiento deportivo tiene una grave repercusión en la salud de aquellas personas, deportistas o aficionados al deporte, que las consumen, en especial, en el medio y largo plazo. Dependiendo de la naturaleza de la sustancia utilizada para el dopaje, el deportista puede ser capaz de competir durante más tiempo, responder más rápido, tolerar mayores cargas de entrenamiento o aguantar mejor el dolor. Sin embargo, el uso de medicamentos, incluso el de los más comunes, está asociado con riesgos y potenciales efectos secundarios. De hecho, cualquier médico, cuando prescribe un medicamento en el marco de un tratamiento terapéutico, debe comprender la proporción entre riesgo y beneficio antes de expedir cualquier receta. Por tanto, la utilización de fármacos al margen de un tratamiento terapéutico y por tanto, fuera de sus indicaciones autorizadas por las autoridades sanitarias competentes, entraña en sí mismo un riesgo para la salud del deportista, y más aún, si se tiene en cuenta que en dopaje se utiliza una combinación de sustancias y métodos en dosis muy distintas de las autorizadas para los tratamientos médicos para los que ha sido autorizadas.