La automedicación es la utilización de medicamentos por
iniciativa propia sin ninguna intervención por parte del médico.
La automedicación responsable puede ser conveniente si se
utiliza para tratar síntomas menores como el dolor, la fiebre, la acidez de
estómago, el resfriado, etc y durante un tiempo limitado.
Un caso diferente sería la automedicación con medicamentos
que requieren receta y que por tanto deben ser prescritos por un médico. Esta
es una práctica desaconsejada.