La dieta mediterránea tradicional emplea el aceite de oliva como
fuente principal de grasa.
El Aceite de Oliva es una buena excepción a la idea general
de que “todas las grasas son malas para la salud”. Pues bien, el aceite de
oliva virgen es un claro ejemplo de una grasa saludable. Contienen componentes
saludables como: el ácido oleico, que reducen el colesterol “malo”; y vitamina
E, betacarotenos y polifenoles, que retardan el envejecimiento celular (efecto
antioxidante). Todos ellos protegen el sistema cardiovascular.