Durante la realización de ejercicio, nuestro cuerpo pierde agua y sales minerales, por ello es imprescindible la hidratación. Esta se ha de realizar antes de hacer ejercicio, mientras se realiza, y una vez finalizado. La mejor manera de hidratarse es bebiendo agua mineral natural. En caso de deshidratación se pueden presentar distintos síntomas tales como la sed, la orina escasa y oscura, la falta de elasticidad o la piel seca. Puede llegar a ocasionar confusión mental, problemas de equilibrio y espasmos musculares. En casos extremos, puede provocar la muerte.