A veces es posible romperse un hueso sin necesidad de haber sufrido ningún golpe. Esto es lo que ocurre
con las fracturas por estrés. Este tipo
de fracturas son propias de deportistas que realizan una actividad física continuada. En muchos casos son de difícil
diagnóstico ya que su sintomatología es muy parecida a la de otras lesiones.
Un hueso con alguna pequeña lesión que por sí solo nunca
llegaría a romperse, con el paso del tiempo, si el hueso sigue recibiendo carga
y se somete a un estrés máximo, esa micro rotura puede derivar en una mucho
mayor.
Tratamiento: Reposo-inmovilización-intervención quirúrgica
(según la lesión)