Muchas veces cuando hacemos la compra, vemos alimentos que nos resultan atractivos o bien apetecibles simplemente por el aspecto externo que tienen. Es más, llegamos a creer que porque el alimento tenga un aspecto externo o un envase mas "atractivo" o "apetecible" puede llegar a ser mas bueno o, incluso, más sano. Pero esto no es un método fiable y, para ello, debemos irnos a la etiqueta, la cual muy pocas veces observamos, para ver el contenido nutricional del alimento o bien buscar la misma información de un determinado alimento en webs especializadas o dedicadas al "calculo nutricional". Y lo cierto es que se pueden ver casos curiosos como el del aceite de oliva, el del batido o el de la hamburguesa.