Los
fisioterapeutas y médicos pueden realizar pruebas sencillas de movilidad para
valorar la tensión de los ligamentos cruzados. En los casos que el paciente
tiene mucha inflamación dentro de la articulación, a veces es necesario hacer
una punción para sacar ese líquido. Si se observa que el líquido está manchado
con sangre hay más posibilidades de que se haya roto el ligamento cruzado
anterior. Sin duda el método de diagnóstico definitivo será una resonancia
magnética para ver el grado de lesión. Algunas veces si han pasado más
de 4 semanas desde el traumatismo, la resonancia puede dar algún falso
negativo.