Se recomienda el calentamiento previo a la realización de actividades deportivas, mantener una actividad física habitual y un peso corporal óptimo para evitar sobrecargas articulares. El entrenamiento propioceptivo es otro método clave para prevenir la aparición de esguinces. En pocas palabras consiste en preparar el cuerpo, los pies en este caso, trabajando la coordinación y la fuerza, para saber pisar correctamente en función de la superficie en la que nos encontremos para no gastar energía de más ni provocar lesiones en las articulaciones.