Los ejercicios pueden ser aeróbicos o anaeróbicos, según sea el esfuezo físico requerido en el tipo de entrenamiento a realizar. En realidad, los dos tipos intervienen en cualquier actividad física, aunque depende del ejercicio predomina uno u otro. El ejercicio aeróbico sirve para trabajar la resistencia y la capacidad pulmonar, pero ambos hacen trabajar el sistema circulatorio y el corazón. Alternar estos dos ejercicios es, pues, beneficioso para el organismo, pudiéndose también combinar con diferentes actividades.