Un nuevo trabajo científico, llevado a cabo por un grupo de facultativos de la Universidad de Duke (Reino Unido), afirma que la actividad física permite reducir los niveles de colesterol 'malo' (el llamado LDL, o colesterol de baja densidad) incluso cuando el ejercicio no logra hacernos adelgazar.
El colesterol se adhiere a la superficie de la proteínas para poder circular en la sangre humana y nutrir los tejidos formando así las lipoproteínas. Un exceso de éstas supone un riesgo de padecer enfermedades coronarias y ateroesclerosis.
El estudio explica que el colesterol que se 'mueve' en la sangre a través de partículas más pequeñas y densas causa más enfermedades cardiovasculares que el colesterol desplazado en partículas más grandes. Las conclusiones de este trabajo demuestran que el ejercicio aumenta el número y tamaño de las partículas que 'transportan' el colesterol a través del fluido sanguíneo; de manera que, añaden “cualquier ejercicio es mejor que nada”.
El estudio explica que el colesterol que se 'mueve' en la sangre a través de partículas más pequeñas y densas causa más enfermedades cardiovasculares que el colesterol desplazado en partículas más grandes. Las conclusiones de este trabajo demuestran que el ejercicio aumenta el número y tamaño de las partículas que 'transportan' el colesterol a través del fluido sanguíneo; de manera que, añaden “cualquier ejercicio es mejor que nada”.