Las más propensas en el trastorno alimentario son las mujeres, ya que la sociedad ejerce más presiones por ser delgado en las mujeres que en los hombre, imitando a los modelos de belleza. En el caso de los deportistas, una figura delgada les da la posibilidad de crecer en su carrera. Si el deporte que practican depende de su peso corporal, el deseo de reducirlo puede concluir en un trastorno de alimentación. Este trastorno de alimentación es un problema tanto psicológico como fisiológico, y su diagnóstico y tratamiento deben estar a cargo de psicólogos y nutricionistas.