Aunque sea un tema que a veces nos cuesta tratar, observar nuestras heces es una gran forma de conocer nuestra salud digestiva. Son muchos los factores que debemos tener en cuenta al observar nuestras excreciones: la forma, textura, consistencia e incluso el color de estas pueden darnos señales inequívocas de problemas en nuestro metabolismo e incluso de enfermedades como el cáncer.