Todos habremos escuchado alguna vez las palabras de un familiar o amigo advirtiéndonos de la peligrosidad de la sal en nuestras comidas, pero nada más lejos de la realidad. Pese a esta creencia popular, la sal es un elemento indispensable en la dieta de cualquier persona, deportista o no, ya que es esencial para el equilibrio hídrico corporal, y fundamental para la actividad celular, muscular y nerviosa de este, a no ser que suframos de algún tipo de enfermedad donde su consumo puede traer verdaderos problemas, como en la hipertensión arterial. Sin embargo, es cierto que debemos regular muy bien su consumo: en una dieta saludable no debe haber más de 4 o 6 gramos de cloruro de sodio, y manteniéndonos en esos márgenes reduciremos el riesgo de enfermedades, como la hipertensión.