GoPro con la grabación en primera
persona de los deportes más extremos no ha inventado nada nuevo: ya en los 60
había soluciones más rudimentarias para lograr lo mismo. Corría el año 1966 y
el joven Jackie Stewart se prestaba a llevar una Nikon F acoplada al casco
durante los entrenamientos del Gran Premio de Mónaco. Unos años antes, otro
casco con cámara se despeñaba de un avión en caída libre. En 2015, con varias
GoPro distribuidas por su cuerpo y un traje diseñado especialmente para
planear, el italiano Uli Emanuele ha grabado una hazaña que pondría los pelos
de punta a cualquiera.