Jugar dentro de una bola inflable es peligroso, ya que el oxígeno se acaba en diez minutos y al cerrarse desde fuera se convierte en una trampa mortal. Esta moda es muy común en Estados Unidos en balnearios y zonas turísticas pero el gobierno afirma que no es seguro. La CPSC de EEUU explica que si el oxigeno se agota dentro de la pelota, se pueden alcanzar niveles de dióxido de carbono peligrosos en cuestión de minutos. Otro problema es que la pelota no cuenta con una salida de emergencia, el cierre puede ser abierto sólo desde fuera, por lo tanto, la gente puede quedar atrapada dentro de la esfera, aumentando el riesgo de lesiones o muerte.