El corazón es el responsable de llevar sangre, con todas las
sustancias nutritivas, a cada una de las partes del cuerpo. Nuestra
alimentación cumple un papel muy importante para el funcionamiento del corazón,
por lo que debe recibir todos los nutrientes en cantidades suficientes para
continuar latiendo alrededor de 80 veces por minuto, cada hora, de cada día del
año. Para prevenir enfermedades cardiovasculares es imprescindible seguir
una dieta equilibrada, en la que debemos incluir pescados, aceite de oliva,
lentejas, frutos rojos, lácteos descremados, avena, soja, frutos secos…