Una nueva técnica
basada en la infiltración de ácido hialurónico combinada con altas dosis de
células madre de la médula del propio paciente mejora los síntomas propios de
la artrosis de rodilla en menos de un año, esta conclusión se ha obtenido tras
un experimento en el que pacientes con dicha enfermedad en fases avanzadas
fueron sometidos a 3 experiencias; al primer grupo sólo se le infiltró ácido,
al segundo lo anterior más una dosis de unas 10 millones de células madre y al
último esta cantidad se aumentó dicha cantidad hasta 10 veces. El resultado fue
que los pacientes de este último grupo presentaban una mayor movilidad y menos
dolor reumático, mejorando así la calidad de vida y actividad física.