El deporte ayuda a
mantener un sistema digestivo activo, a ello ayuda principalmente la actividad
aeróbica (ejercicio intenso) como la carrera continua acelerando así el
metabolismo, así mejora de la asimilación de los alimentos y facilita la
eliminación de toxinas.
Además el ejercicio
físico mejora el tránsito intestinal, puesto que la actividad física aumenta la
movilidad intestinal (realizando un masaje continuo sobre los intestinos), por ejemplo, hacer abdominales.