Incorporar
la práctica deportiva facilita llegar a la madurez en la mejor condición física posible, ya que "permitirá
que los pequeños crezcan sanos desde el punto de vista físico,
mental y emocional", ha señalado el doctor Herrera.
De
esta forma, los niños que realizan algún tipo de actividad física de manera regular fortlecen su autoestima;
aprenden a controlar sus emociones; mejoran su desarrollo
psico-motor, la coordinación y sus habilidades sociales;
favorecen el rendimiento académico; mejoran su cuidado, y
desarrollan un sistema músculo-esquelético más fuerte, aumentando
la elasticidad de los tejidos y permitiendo un crecimiento más
saludable, por lo tanto es bueno para la salud.