Las patologías derivadas del sedentarismo y los malos
hábitos nutricionales, como la obesidad, van en aumento. En la infancia, la
obesidad puede causar enfermedades como hipertensión arterial o la diabetes de
tipo II que, a su vez, son factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Para evitarlo el niño debe hacer deporte, que le ayudará, a lograr un
desarrollo equilibrado. Los ejercicios ideales depende de la edad, aunque serían
los aeróbicos que aumenten la resistencia, mejoren la fuerza muscular y la
flexibilidad, y que no supongan una sobrecarga osteomuscular para evitar
problemas en el desarrollo.