Un
esfuerzo físico intenso conlleva la pérdida de un elemento esencial
como el potasio, indispensable para regular la actividad muscular,
además de controlar la presión arterial o garantizar transmisión
de impulsos nerviosos. Destaca junto a este elemento el sodio.
Mantener los niveles correctos de ambos elementos cobra gran
importancia para prevenir el riesgo de calambres y otro tipo de
dolencias musculares. Otras funciones que podemos destacar son la
regulación
los
niveles corporales de líquidos
y sales minerales y la eliminación
de sustancias
tóxicas
del organismo.