Consiste en consumir principalmente alimentos ricos en proteínas, reduciendo la ingesta de azúcares y grasas. La principal ventaja es que produce una rápida pérdida de peso. Al seguir una dieta hiperproteica, se puede producir un aumento de reabsorción de cloruro de sodio debido a un aumento de trabajo de los riñones, esto provoca una disminución en la sensibilidad de la retroalimentación del túbulo glomerular, que, a su vez, se traduce en un aumento de la tasa de filtración glomerular. Esto aumenta la presión de los capilares, cuando esto se produce al mismo tiempo que una enfermedad renal adicional esto puede causar daño glomerular permanente.