Es una técnica muy difundida y publicitada.
El carbono tiene una propiedad que lo hace especialmente resistente y fuerte, y es la fuerza
que tiene su enlazamiento atómico. Esto implica que usando nanotecnología, los
científicos pueden manipular a una escala minúscula pequeños tubos huecos de carbono que permiten hacer
objetos ultra livianos, ultra resistentes y más
fuertes que el acero.
Se suelen usar para raquetas de tenis, palos de golf, bates de béisbol y prótesis para deportistas amputados basados en la
técnica de músculos artificiales, que pueden contraerse hasta 30.000 veces por
segundo y pensados también para el espacio por soportar altas
temperaturas.