A lo largo de la historia, casi todas las
culturas han desarrollado sistemas de masaje terapéutico. De hecho, estas
técnicas de masaje desempeñan un importante papel en los cuidados médicos
tradicionales en China y la India. En Europa, el masaje fue introducido a
principios del siglo XVIII. En el
último cuarto de siglo, los terapeutas de estas técnicas han puesto mayor
énfasis en los aspectos psicológicos y espirituales de este tratamiento. Sus
beneficios se describen ahora más como paz espiritual, calma o globalidad que
en términos de pérdida de rigidez articular o mejoría del flujo sanguíneo.